A menudo, los frutos secos son malinterpretados debido a su contenido calórico. Muchas personas creen que deben evitar los frutos secos para mantener un peso saludable, pero esto no es necesariamente cierto. De hecho, los estudios han demostrado que el consumo moderado de frutos secos puede ayudar a controlar el peso y mejorar la composición corporal. La clave está en la porción adecuada y en elegir frutos secos sin azúcares añadidos o sal.
Otro mito común es que los frutos secos son solo un snack. Sin embargo, estos alimentos son mucho más que eso. Pueden ser un ingrediente clave en muchas recetas, desde platos principales hasta postres. Incorporar frutos secos en tus comidas puede aumentar su valor nutricional y aportar un sabor delicioso.
Finalmente, algunas personas piensan que todos los frutos secos son iguales. Cada tipo de fruto seco tiene su propio perfil nutricional y beneficios específicos. Por ejemplo, las nueces son ricas en omega-3, mientras que las almendras son una excelente fuente de vitamina E. Conocer las diferencias puede ayudarte a elegir los mejores frutos secos para tus necesidades.
